Desde hace más
de cinco años que estoy afiliada a la Caja Nacional de Salud, gracias al
trabajo de mi esposo, la verdad es que como muchos no soy afecta a ir al médico
muy seguido, pero hace seis años tuve que hacerlo al quedar embarazada, al
igual que me pasó hace 11 meses al esperar a mi segundo hijo. Además de estos
dos momentos de necesidad no visité ni el Policlínico ni el Hospital Jaime Mendoza;
lamentablemente, las veces que tuve que hacerlo no siempre fue la mejor
experiencia, a pesar de que en algunas ocasiones encontré profesionales y
administrativos que fueron muy amables también encontré (en más ocasiones)
profesionales y personal que parecía aburrido, de mal humor, muy ocupado para
despejarme alguna duda o preocupación y hasta como si me estuviera haciendo un
favor al atenderme.
Esta es una
realidad que vivimos los afiliados a esta entidad y a pesar de que el foco de
interés de estas últimas semanas ha estado en el paro de sus actividades debido
a la exigencia del cambio del gerente nacional, como es habitual en esta
columna, me he querido concentrar en una preocupación más estructural y
humanitaria del tema, porque estoy segura que en la Caja Nacional de Salud como
en todos los espacios públicos se necesitan servidores más humanos que
antepongan las necesidades, las dudas, miedos y sufrimientos de los pacientes
por encima de sus problemas personales.
No creo que el
trabajo de atención al paciente sea fácil, porque los pacientes no somos muchas
veces educados, considerados, comprensivos, ni sabemos hacernos entender pero
también es cierto que cuando uno estudia una profesión y más aún cuando acepta
un trabajo, sabe que necesita cierta actitud y ciertas habilidades para
llevarlo adelante con éxito. Es así que todos los trabajadores (médicos o administrativos)
que tienen la función de atender a los pacientes deben cargarse de paciencia,
para realizar su labor, practicar la empatía y la asertividad para poder
informar y guiar a las personas que se acercan a estos centros de salud en
búsqueda de un alivio a sus dolencias.
Para esto, en primera instancia se necesita una gran vocación
de servicio por parte de profesionales y administrativos, pero además una
constante capacitación en diferentes temáticas, no conformarse solamente con
relaciones humanas sino buscar temas que de alguna manera contribuyan a una
atención con calidez y así lograr que para estos servidores los pacientes no
nos transformemos en un simple número más, sino en personas que al igual que
ellos tienen miedos y sufrimientos.
Está comprobado
que para los pacientes no sólo es necesario un tratamiento médico, sino llegar
a un espacio en el que respeten su dignidad como personas, y en los casos de
grupos vulnerables como niños, ancianos, embarazadas y enfermos terminales que
puedan encontrar personas que por otra parte les brinden calidez humana que
haga mucho más fácil su estadía en estos espacios. Muchos estudios han
comprobado que como parte de cualquier tratamiento médico el buen humor, la paz
y la tranquilidad son necesarios para una recuperación exitosa y cada uno de
estos aspectos están en las manos de los servidores públicos de estos centros
de salud.
Sin embargo
estoy consciente que para esto es necesario un cambio estructural, un cambio de
filosofía, de forma de hacer las cosas, ¿de qué sirve que un médico o
administrativo entre a trabajar con mucho entusiasmo e ilusión de servir a las
personas si el sistema lo arrastrará a hacer las cosas de la forma tradicional
suprimiendo la humanidad en su trabajo? Entonces estructuras superiores deben
ser las que cambien la forma de afrontar
el servicio público, mejorando los salarios y los incentivos a los mejores
servidores de tal manera que los trabajos en una caja de salud sean espacios en
los que una persona quiera ocupar sirviendo a los demás con humanidad, con
calidez, con verdadera caridad como si lo hiciera por un ser querido, buscando
el bienestar del otro. Sólo así conseguiremos que la salud mejore en nuestras
ciudades y que también los servidores públicos queden satisfechos del trabajo
que realizan y sean valorados por su labor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario