jueves, 15 de marzo de 2018

Celebrando la vida sobre la muerte



En este cambio de mes de octubre a noviembre en el que se celebran fiestas como Halloween, el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, me parecen muchas fiestas para la muerte y está muy bien para los que quieran hacerlo, mi madre y mi hermano mayor por ejemplo cada año preparan una pequeña mesa para recibir el alma de mis abuelos y todos los familiares que nos dejaron; en cambio mi hijo cada año se ilusiona con disfrazarse para ir a una fiesta en Halloween. Estas tradiciones, especialmente las que esperan a las almas de los seres queridos, entendemos sirven para cerrar los procesos de duelo que viven las personas que perdieron un familiar, además que se constituyen en formas de recordarlos siempre.



Por todo esto, si me dieran a elegir preferiría nuestras propias tradiciones porque tienen un sentido espiritual más profundo; sin embargo en mi búsqueda semanal sobre la temática de la que reflexionaré en cada artículo encontré un texto, atribuido al Papa Francisco que me pareció inspirador para meditar a cerca de este tema. Lo copio en toda su extensión: “El ser humano es extraño… Se pelea con los vivos y lleva flores para los muertos. Lanza a los vivos a la calle y pide un “buen lugar para los muertos”´. Se aparta de los vivos y se mira desesperado cuando éstos mueren. Queda años sin conversar con un vivo y se disculpa y hace homenajes cuando éste muere. No tiene tiempo para visitar al vivo, más tiene todo el día para ir al velorio del muerto. Critica, habla mal, ofende al vivo, más lo santifica cuando este muere. No le hace caso, no abraza, no le importan los vivos, más se autoflagela cuando éstos mueren...” .“A los ojos ciegos del hombre, increíblemente el valor del ser humano está en su muerte y no en su vida.” “¡Sería bueno que repensáramos esto, mientras estamos vivos!”.



Como se puede ver muchas veces damos demasiada importancia a la muerte  y por sentada  la vida, al leer el texto vinieron a mi mente historias como la de un padre que tuvo que fingir su muerte para reunir a sus hijos; ¿por qué solo este tipo de acontecimientos trágicos llegan a unir a todos los que están lejos? No sería mejor reunirnos para un cumpleaños, para la Navidad o por ninguna razón en especial; qué tan difícil es brindar tiempo, atención y cariño a los vivos, porque como yo lo veo cuando nuestros seres queridos se van de este mundo, aunque vayamos todos los días al cementerio ya no lo disfrutarán.



¿Cuál es la mágica importancia que le da la muerte a un ser humano? Personalmente pienso que solo puede ser la culpa que sentimos los vivos por no haber hecho más por ellos cuando estuvieron junto a nosotros y eso lo digo desde mi propia experiencia, ya pasaron más de diez años de la muerte de mi abuelo y todavía no me he perdonado el no despedirme de él cuando todavía estaba vivo, ¿por qué? Por trabajo, pueden creer que puse primero una responsabilidad tan mundana por encima del hombre que fue más que un padre para mí, que me cuidó, me dio cariño y me dio historias que contar. Todavía lo sueño vivo a mi lado, con la esperanza de poder disfrutar de nuevo de su compañía; pero nada cambiará su muerte ni siquiera mi deseo más profundo.



En conclusión, a pesar de que la muerte es el final lógico de la vida y que para conmemorar a los que ya nos dejaron celebramos ciertos ritos y fiestas, pienso que en estas fechas, y siempre, lo más importante es celebrar la vida, amar plena y profundamente sin guardarnos nada, decir te quiero, te amo, te extraño y te necesito hoy a nuestros seres queridos, brindar un abrazo, un beso, una caricia, un apapacho a la familia e incluso a alguien que simplemente lo necesite, obsequiar sonrisas, consuelo y perdón a los que están alejados porque la vida es tan frágil y efímera que no vale la pena gastarla en odios, desprecios, celos, envidias o egoísmos.



Hoy entreguemos todo a nuestros vivos porque cuando sean muertos no valdrá lo mismo lo que podamos brindarles, vivamos plenamente el presente para crear hermosos recuerdos que nos servirán en nuestro proceso de duelo y resignación cuando alguien que amemos muera, es la mejor forma de celebrar la vida por encima de la muerte.

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