viernes, 3 de noviembre de 2017

Amistad sinónimo de reciprocidad



Septiembre nuevamente me inspiró para hablar sobre otro tema que nos concierne a todos, tal vez de forma diferente y en niveles distintos, les hablo de la amistad. No sabía que la palabra en sí venía de amor pero pensándolo bien es lógico porque es la interrelación social en la que los individuos comparten un afecto personal desinteresado.

Personalmente a lo largo de mi vida tuve la suerte de contar con muchísimas personas, todas muy buenas amigas, cada una de ellas enriqueció mi vida y espero poder haber hecho lo mismo; muchas se quedaron junto a mí a pesar de no estar físicamente conmigo por lo que las considero amigas del alma. De cada una aprendí cosas diferentes, de mi amiga Neyza, que uno puede encontrar una persona tan parecida a ti que asusta porque eso no pasa seguido, de Nona a ser valiente defendiendo a los que más necesitan y que la generosidad puede ser la alegría más grande en nuestras vidas. Conocí a dos Patys, en el colegio mi primera amiga Paty me demostró su cariño incondicional, especialmente en los momentos más difíciles, incluso cuando nadie más se quedó junto a mí; Paty de la universidad me enseñó que podía confiar absolutamente en ella porque nunca me juzgaría. Nurit con su calidez y luz me sigue apoyando y guiando; con mis amigas Marcela y Madaí compartimos diferentes etapas de nuestra vida apoyándonos siempre.

Seguro que ustedes ahora estarán recordando amigas y amigos de la infancia, de  toda la vida; la importancia de no vivir solos es fundamental para cualquier ser humano, de estas interrelaciones depende nuestro bienestar general y especialmente nuestra salud emocional, estudios científicos así lo han demostrado, pues si en la infancia los pequeños no cuentan con amigos y amigas pueden sufrir alteraciones emocionales y les costará más adaptarse a nuevos espacios. Para los mayores tampoco es diferente, ya que el número de personas que viven solas en todo el mundo va creciendo exponencialmente y para ellas las amistades son vitales para no sentirse aisladas, aunque vivir sólo tampoco es una condición definitiva ya que personas casadas o que viven con familiares sufren de esta  misma circunstancia y apoyarse en amistades puede mejorar su vida.

Lo importante aquí es estar conscientes que la amistad en nuestra vida es fundamental, justamente esta mañana leía un cuento de Oscar Wilde que me sobrecogió, su título “Amigo Fiel”, en esta narración el autor contaba cómo puede malentenderse lo que realmente es la amistad y cómo a nombre de ésta alguien puede aprovecharse de quien llama su amigo. Este aspecto negativo de la amistad que transita en una sola dirección con fines egoístas, me recordó el caso de  la señora Tomasita Machaca que fue esclavizada durante más de tres décadas, fue entregada por su padre para cumplir una deuda, es decir que el trabajo no remunerado de 36 años debía pagar una deuda x; aquí debemos ser sinceros con nosotros mismos, ¿éste es el único caso? ¿Acaso no existen muchas niñas y niños entregados a sus padrinos “ricos” para que vivan con ellos cuidando a sus hijos o sirviéndoles como una forma de honrar una amistad y claro, según los padrinos darles una mejor vida que no conseguirían con sus progenitores?

Por todo esto, ahora les reto a preguntarse ¿para qué quieres un amigo?, como yo seguramente muchos dirán para no sentirme sola, para que nos apoyen en momentos difíciles, para compartir intereses, actividades, etc. Si lo repensamos la mayoría son razones egoístas solo pensando en nuestro bienestar, por eso tendríamos que completar la respuesta a esta pregunta añadiendo: para querer a ese amigo, brindarle mi ayuda, estar para él o ella cuando me necesite, así la reciprocidad será completa y por tanto se manifestará en una amistad sincera.

En conclusión es importante no dejar que una amistad se enfríe a pesar de la distancia y el tiempo, porque no es fácil encontrar buenos amigos, de ésos que no desaparecen aunque sean malos tiempos y que más bien están firmes a tu lado, de los que se alegran por tus logros y tu felicidad compartiéndola sinceramente; pero también de los que te dicen la verdad aunque no te guste o no sea lo que esperas, todo por ayudarte. Así la amistad debe ser un aspecto de nuestra vida que nos ayude a ser mejores seres humanos, que nos aliente a construir conjuntamente el bien para todos, y no sólo nuestra; que ilumine nuestros días obscuros aunque sea solo con la presencia del otro y nosotros también seamos luz para ellos, porque la amistad la podemos vivir dentro de nuestra familia con nuestros hermanos, con la pareja, porque su base de correspondencia contribuirá a mejorar todas nuestras relaciones. Hagamos más amigos, abramos nuestro corazón y nuestra vida a más personas, porque “La amistad es el más bonito de los regalos de la vida”.

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