sábado, 12 de agosto de 2017

¿Cómo es un maestro inolvidable?



El Día del Maestro Boliviano nuevamente me inspira para reflexionar sobre este personaje tan importante en la vida de cada ser humano, en un artículo anterior proponía repasar la importancia de que los maestros tengan una remuneración acorde a su responsabilidad y la necesidad de su formación y vocación comprometida. Ahora les propongo ir más allá, recordar a los maestros que marcaron huella, que además de enseñarnos su materia nos convirtieron en las personas que somos ahora, es decir tratar de escudriñar o tal vez siendo más precisa describir las cualidades de los  mejores profesores que pasaron por nuestra vida o por la de nuestros hijos.

Quisiera empezar planteando algo que me parece fundamental y es que uno de los objetivos más importantes en la formación de los pequeños, en las aulas, debería ser la educación en valores porque si bien lo académico es lo primero, debe equilibrarse con la ética pues como decía mi querido docente Gonzalo Gantier somos seres sentí pensantes. Si bien es cierto que el primer lugar donde deben enseñarse los valores es el hogar y los padres somos los responsables, también es una realidad que los maestros son igual de importantes en la vida de sus estudiantes, pues pasan con ellos mucho tiempo y comparten muchas experiencias; incluso como leí en algún lugar, puede pasar que sus aulas sean el único lugar seguro y agradable que tengan los pequeños, por lo que la responsabilidad del educador aumenta considerablemente.

Por todas estas razones quiero que nos planteemos las cualidades más importantes para que un maestro haga la diferencia en la vida de sus alumnos y deje la mejor experiencia en los años de escuela y colegio, pero lo más importante, tal vez, que de esta forma contribuya a la formación de buenas personas y mejores ciudadanos.

Entonces estas cualidades, no sólo en lo académico sino en valores, las resumiría de la siguiente manera:
-          Ser un especialista; es decir que conocer la materia que imparte a profundidad, ser un experto en ella para poder compartir sus conocimientos con sus alumnos, pero además contar con una metodología sólida, pero que pueda adaptarse a la realidad de cualquier estudiante.
-          Ser motivador; lo que significa que cualquiera sea la materia que dicte tiene que tener la capacidad suficiente de motivar a cada uno de sus alumnos, primero a interesarse y luego buscar ser los mejores en la materia, no necesariamente en una competencia sino más bien que no se conforme con que algunos alumnos sean buenos en su aula sino que motive a todos porque todos pueden ser mejores.
-         Ser amables y agradables; estas cualidades me parecen fundamentales porque si los maestros no se ganan el aprecio y más aún el cariño de sus estudiantes será muy difícil llegar a ellos con cualquier conocimiento, además que estas cualidades servirán para que los niños y jóvenes tengan confianza de preguntar y compartir sus preocupaciones con su profesor. Siendo cariñosos y atentos a lo que les pasa a sus estudiantes los maestros realmente pueden cambiar vidas.
-          Ser apasionados por lo que hacen; como en cualquier profesión si les gusta su labor diaria se interesarán en formarse más y mejor no sólo en cursos sino a través de la lectura y la investigación y por supuesto estarán comprometidos en que todos sus alumnos alcancen el éxito en su materia invirtiendo incluso más tiempo de lo que su contrato exija.
-          Ser creativos; no sólo en las formas de llegar a sus alumnos, tomando en cuenta que los grupos en las aulas son heterogéneos y existen alumnos que tienen formas diferentes para aprender, el maestro también debe ser creativo en las herramientas que use, haciendo que el alumno llegue a cada clase con mayores expectativas de aprender.
-          Ser paciente y justo, es importante que a pesar de ser amable el maestro imponga disciplina en su clase es decir que se gane el respeto de sus estudiantes y para esto le servirá mucho la paciencia, porque si uno como madre a veces pierde la calma con un par de niños, un profesor trabajando con más de 20 niños, adolescentes o jóvenes tendrá que armarse de una paciencia mayor para llegar positivamente a su audiencia.

Seguramente, podrían incluirse muchas más cualidades a esta pequeña lista para describir a los buenos maestros, a los que marcan un hito en tu vida y los que con su ejemplo educan en valores y en conocimiento buscando un equilibrio en ambos. Espero que estas líneas sirvan no sólo para exigir estas cualidades en los maestros en general y los de nuestros hijos ,sino también para agradecer  a aquellos maestros que fueron de esta forma con nosotros y lo son y serán con nuestros hijos; porque son esos profesores a los que recordaremos cuando sus enseñanzas nos sirvan en la vida diaria y podamos contar a hijos y nietos que gracias a ellos pudimos convertirnos en mejores seres humanos y a su vez compartir con los que nos siguen en el camino de la vida.


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