martes, 22 de agosto de 2017

El poder de una sonrisa



Esta semana además de esta columna debía escribir un cuento que tiene como tema principal la sonrisa para lo que se me ocurrió imaginar a una mujer que vende sonrisas porque se da cuenta que ya nadie sonríe; entonces me puse a reflexionar sobre la sonrisa, primero averigüé que es innata en los seres humanos ya que hasta los bebés en el vientre sonríen, aun los que son invidentes de nacimiento cuando escuchan la voz de sus padres, entonces caí en cuenta que estamos hechos para sonreír.

Sin embargo, algo que me preocupó fue cuánto sonreímos en nuestro día a día; investigando algunos estudios que hicieron universidades como Harward, encontré que, por ejemplo los niños sonríen un promedio de 400 veces al día y apenas 3 de  cada 10 adultos sonríe 20 veces al día. Es sorprendente ¿verdad?

Por eso, les propongo pensar en su día hasta el momento que lean estas líneas, ¿cuántas veces han sonreído? ¿Cuáles fueron las razones por las que lo hicieron? ¿Cómo se sintieron al hacerlo y después? Tal vez ya lo sabían pero me gustaría recordárselos, sonreír tiene muchas ventajas no sólo en lo emocional, sino también en lo fisiológico y social. 

Por ejemplo, cuando sonreímos el cerebro libera endorfinas, el efecto es sentirnos felices, normalmente cuando algo nos agrada o nos hace felices el cerebro manda mensajes para que nosotros sonriamos, sin embargo podemos influenciar o engañar a nuestro cerebro si sonreímos aunque no estemos felices, el cerebro lo interpretará igual que cuando somos felices y liberará endorfina que nos hará sentir bien. Lo que quiere decir que aunque no estemos felices podemos propiciarlo si sonreímos y en contraposición si no sonreímos podemos ser más propensos a deprimirnos.

Naturalmente, la consecuencia lógica de sonreír más, es que poco a poco nos transformamos en personas más positivas y por ende transmitimos esta energía a las personas que tenemos cerca. Estudios hechos también en Harward demuestran que las personas que sonríen más son consideradas más confiables, amables y cercanas, pero también el sonreír provoca que las personas confíen más en los demás; otra consecuencia gratificante es que provocamos en el otro también una sonrisa y consecuentemente un cambio positivo en su estado emocional.

Socialmente, también una sonrisa consigue que nos veamos más atractivos y que nuestras posibles parejas sientan más confianza en conversar con nosotros, además de tener la libertad de contarnos cosas más personales.

Cuando sonreímos, además de las endorfinas se libera la serotonina y otros calmantes naturales que ayudan a aliviar dolores y malestares que podamos tener como el estrés, entonces una sonrisa se convierte en el mejor analgésico natural que está a nuestro alcance, será por eso que han cobrado importancia prácticas como la risoterapia. Esto se debe a que según estudios científicos sonreír causa el mismo efecto que comer 12.000 barras de chocolate o ganar mucho dinero.  De la misma forma ver que alguien nos sonría genuinamente también tiene efectos positivos en nosotros, más si es un bebé, alguien que nos parezca atractivo o personas cercanas como amigos y familiares a los que apreciamos.

Por todas estas ventajas les propongo que todos los días busquemos sonreír más, tal vez al principio no sea fácil, pero aquí les doy algunos consejos para poder conseguirlo poco a poco, tratemos de estar más conscientes de cada cuánto sonreímos, tratemos de hacerlo en la calle mientras caminamos o vamos en un vehículo pensando en recuerdos agradables que tengamos o en alguna ilusión o sueño encantador, pensemos en las personas que amamos, ya sean nuestros hijos, parejas, padres, hermanos, amigos; también nos puede ayudar a sonreír más ver películas o series cómicas o lo que nos cause gracia; ahora gracias a las redes sociales tenemos a nuestro alcance videos cortos graciosos, por ejemplo, yo prefiero los videos de animales en general y de gatos en particular; busquemos momentos agradables con seres queridos para convertirlos en hermosos recuerdos que luego nos ayuden a sonreír al recordarlos.

En conclusión busquemos cualquier excusa para sonreír, si estamos felices, pero también cuando estemos tristes porque nos ayudará a ya no estarlo, sonriamos a todos nuestros seres queridos, pero también a los extraños podemos estar ayudando a que se sientan mejor sin saberlo, dejemos a la sonrisa transformar positivamente nuestra vida, transformar nuestros pensamientos para poder transmitirlos a los demás, porque el mejor regalo que podemos dar a cualquiera es una dulce y genuina sonrisa.


  

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